La empresa más feliz del mundo
Llega un momento en el proceso de emprendizaje, después de haber probado diferentes fórmulas de gestión y aún así sentir la frustración y desesperación de no llegar al sitio que se quiere llegar, que lo único que queda ya, es: implorar. ¿Qué más puedo hacer? Lo curioso es que, teniendo un poco de paciencia, aparecen las