MENOS ES MAS. ¿Seremos capaces de pedirle menos a la vida?

Quizás la vida = la Tierra ya no podía mas con nuestras exigencias y ha tenido que contrarrestar.
Cuando la cultura consumista, nos invitaba a acumular y consumir, siendo el lema: más y mejor: más dinero, más empleados, más negocios, más casas, más viajes, más experiencias, más ropa, más músculos, más guapos, más amantes, más hijos, más series, más películas… ¡¡¡¡¡ agotador!!!!
Un virus para en seco a toda la humanidad y nos hace replantearnos la existencia.
LA PLENITUD DE LA CALMA
Los primeros días la sensación era caótica. Balances de cuentas deprimentes, ERTEs, teletrabajo, conciliación, asesoría, guantes, mascarillas y gel hidroalcóholico. Salir, a la fuerza, de la zona de confort, para entrar en la zona de pánico.
Como ser adaptativo, llega una día, que se amanece sin pretensiones, con un pijama que, quizás, llevarás puesto todo el día. La sonrisa de tus hijos o tu pareja que ahora sí la observas de verdad, te hace sentir una paz que añorabas.
CONCIENCIA DE UNIDAD
Cualquier disputa pasada, pierde sentido frente a la virulencia de un enemigo común. Empatizamos con el sentimiento ajeno y nos volcamos en ayudar. Se nos saltan las lágrimas, al ver la bondad de otras personas, anteponiendo la solidaridad a su propia seguridad.
AGENTES DE CAMBIO
Comprar esos productos low cost, que fabrican lejos y que generan una gran huella de carbono, no ayuda. Los consumidores podemos ser agentes de cambio, con nuestras elecciones de compra. Si optaríamos por producción local y responsable, los departamentos de marketing de las empresas tomarían nota y se pensarían el retornar la producción a sus países de origen, generando puestos de trabajo.
LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LAS PERSONAS
Estamos descubriendo nuevas formas de comunicación y herramientas tecnológicas que nos facilitan el trabajo. Esas interminables reuniones, ahora son igual de eficaces sin movernos de casa. Se pueden cerrar negocios y organizar el trabajo en equipo. Con este contexto algunas empresas incluso se están reinventando, yoga online, cocina online, psicólogo online, niñera online, cualquier cosa online.
La tecnología atrapa, hay que saber parar y desconcertar. Apagar las pantallas para conectarse con uno mismo, ir para dentro y escuchar las propias necesidades y sentimientos. Básico para nuestra felicidad.
LA NATURALEZA NECESITABA SU ESPACIO
Es paradójico que uno de los síntomas del COVID-19 sea la sensación de falta de aire. La Tierra con sus mares llenos de plásticos, polución, cultivos en extensivo, desertificación, incendios, masificación, calentamiento global; puede que sienta que se ahoga.
En la biología se dice que si, un sistema celular complejo es atacado por un agente externo (tóxico o virus), el sistema se reajusta para contrarrestar la amenaza, creando anticuerpos que lo aplaque.
Esta pandemia es un problema global. Perder a seres queridos, en soledad, confinados en nuestras casas, sin poder acompañarlos en su tránsito, sin dar y recibir los abrazos que consuelan, nos embarca en un dolor compartido.
Ojalá sirva para cambiar las cosas, sin excusas, es hora de reinventarnos como sociedad. Un gran reto de convivencia que conlleva incluir a la Tierra en la ecuación.